Miren esta foto y
verán la cantidad de prensa (hay más) que cubrió de forma equivocada, es
decir, manipulando la información en
contra de la tradición y cultura, sobre
la "moción política sobre maltrato animal” (los regidores no están para hacer política animal
sino para velar por el bienestar de los ciudadanos de Lima) que aprobaron en la
sesión de concejo del 31 de agosto.
Hoy se cumplen dos
días de perpetrado el ilícito en la
sesión de concejo y me pongo a buscar en internet el documento oficial de la
moción aprobada ese día y no existe, ni siquiera en la página oficial de la
municipalidad.
¿Será esto ilegal?
¿Quién será el o la responsable de redactar y hacer pública
la moción de marras?
Preguntando, preguntando me entero que la responsable es la
Secretaría General de la Municipalidad y no ha sido redactada aún porque los
regidores la solicitan y no la tienen y me dicen que eso es un absurdo, que jamás ha sucedido.
Piensa mal y acertarás, dicen. Pues pienso… ¿Qué estará queriendo hacer el
comechado alcalde AP, el antitaurino Angeles y sus huestes? ¿Será que se ha dado cuenta de la
barbaridad política cometida que linda en el ilícito que no suelta el documento
oficialmente? De hecho que existirán las actas de la sesión de concejo sin él a
la cabeza (amañada forma de ganarse con la noticia en cámaras y no poner su
firma ni su voto)
Me pregunto ¿qué pasaría si no se redacta nunca?
Será que querrán dejar así nomás, en etéreo, en el limbo,
sin poner términos ni palabras por las que luego puedan ser vacados de sus cómodos sillones pagados con la
plata de los ciudadanos para dedicarse a discriminar culturalmente y perjudicar a la
niñez y población vulnerable que mantiene la Beneficencia de Lima...
Lo traigo a cuento porque el mismísimo comechado dijo ese
día (y escrito está en todos los medios
de su mermeprensa): “Quedó muy claro que la supremacía de la vida sobre el maltrato animal
es política de este gobierno municipal, y esto lo demostró hoy el Concejo de
Lima”.
Yo me pregunto. Es
que se busca y salvaguarda la vida dejando que ingresen en las arcas de la
Beneficencia mínimo dos millones y medio de soles por año y otro tanto en las
de la Municipalidad del Rímac que salva su quiebra anual con el impuesto
municipal y demás pagos del TUPA, estacionamientos y multas que las corridas de toros le aportan.
Está claro que para proponer este tema en sesión de concejo
no han tenido en cuenta tres aspectos básicos y fundamentales que se mide
legalmente ante la inminencia de una norma: Primero y más importante, el impacto
económico que tendría de implementarse; segundo, el impacto social, a cuántos
ciudadanos afectaría y perjudicaría; y tercero, el impacto cultural y legal al violar
la Constitución de la República y el fallo del TC.
Pero de qué hablas, Magaly, si la “Casa de los Petizos” que
formó el gran señor, don Alfonso Barrantes Lingán, este comechado alcalde la ha convertido en oficinas administrativas
demostrando que la niñez que vaga las calles sin hogar, le importan un
reverendo bledo.
Hagamos números. Si a precio de supermercado online una caja de
leche puede costar 5 soles, y si entendemos que un niño puede consumir 4 por mes, cuántos niños se beneficiarían con lo
que ingresa Beneficencia por Acho. Serían
48 cajas de leche fresca por niño por año, equivalente a 240 soles. Entonces tendríamos que casi 10 mil
quinientos niños serían beneficiados con los 30 toros de lidia y muerte que
saltan al ruedo en una feria taurina
limeña.
¡De qué estamos hablando señores!
Los regidores que votaron sólo están condenando a muerte a
los miles de niños indigentes por los que deben velar. Y por eso, van a pagar.
¡No nos cuenten cuentos!