En este año coronado, no hay de otra que seguir mirando atrás. Y es así que desde Querétaro me llega otro recuerdo del primero año en estos afanes.
Corría el 95 cuando un mes de Julio aterrizó en Lima el avión que trajo toros mexicanos después de muchos años que la frontera estaba cerrada. Y llegó con ellos Paco Bandín.
El ingeniero don Miguel Sarria, un señor de señores, gerenció la naciente Deltron taurina. Y aceptó que esta incipiente aprendiz ansiosa de 'hacer' y 'estar' en la noticia, entrara hasta pista de aterrizaje y a pie de escalera hiciera la primera pregunta ante semejante hecho que me pareció-y creo que lo fue- histórico y contarla -via grabación- en las Tertulias Taurinas de radio Selecta aquella del famoso Artacho.
- Y cómo están los toros?
- Pos bien, ahí te mandan saludos!
Esa guasa mexicana fue la carta de presentación de una gran persona. Así nos conocimos con Paquito que terminó emparentándose con la familia política. Cosas de América. Que según oí muchas veces a Don Moisés Espinoza, decía que acotaba aquel señero taurino vasco don José Ma. Recondo.
Para seguir la anécdota, en esas alturas del palet a puerta de fuselaje y carga, uno de los toros pegaba derrotes al cajón de filigrana (por lo ligero de sus maderas debido al peso), el moreno que maniobraba la maquina, vio aparecer cornamenta y cara y se puso blanco del susto. En tierra, todos corriamos a buscar refugio y Paco, encaramado ya estaba para calmar con su vara de toques al morlaco. Susto nos llevamos. El inge...
- no le disparen dijo, con esa gracia criolla y antañona y es que ya la seguridad estaba pistola en mano, y 'con un casi llanto que quería ser risa'
- es que cuesta mucha plata!!!