La municipalidad de Lima se puso contra la tradición y la fiesta de los toros en Acho... Aquí el decir de una de sus regidoras
"postura política de ámbito metropoliano que no debe vulnerar ninguna norma y sentencia"...
Me pregunto, para qué sirve esa postura si los regidores y alcalde metropolitano SON LOS QUE DEBEN ver por los intereses de los ciudadanos y en este caso es más que evidente por su historia que ACHO FUE DONADA al Hospicio de Pobres de Lima (actual SBLM) en 1818 para que dé rentas para los menesterosos vía la realización de corridas de toros, objeto y fin único del inmueble, y es lo que ha venido sucediendo desde entonces hasta hoy. Además que sirve de mayoritario ingreso en las arcas de la por siempre quebrada municipalidad del Rímac, barrio que la alberga.
Dicho esto, es nauseabundo por ignorante el actuar de los mediocres políticastros de turno en la municipalidad de Lima que NO MIDEN LAS CONSECUENCIAS DE SUS INTERESES al no ver el impacto ECONOMICO (UNO), SOCIAL (DOS) Y CULTURAL (E) y sólo ven posibles votos y gustos personales sin tener en la más mínima cuenta la cantidad de personas VULNERABLES que quedarían afectadas SIN RECIBIR LAS RENTAS que les dan vivienda y comida hace cientos de años.
Ya me dirá usted que exagero. Y le digo que sí, porque veo e interpreto su real interés, mismo que HOY han debido matizar ante la posibilidad de alguna denuncia por abuso de poder o de inconstitucionalidad, que bien podría haberle caído a cada uno de los firmantes por tamaña alcaldada burriciega.
Por tanto, para no quedarse sin el aplauso fácil de su grey, y satisfacer sus voracidad de fieras acuerdan y emiten una declaración POLÍTICA, según dice la señora Moyano Delgado. Bien por Acho y por ellos, a tragar señores.
Pero atentos, que esto no deberá ser óbice para que las huestes de buenos taurinos defendamos no sólo un patrimonio cultural y monumento histórico, sino el fin para la que fue construida Acho, dar toros y beneficiar con ello a los que menos tienen, que una cosa no excluya la otra. Como tampoco el respeto a nuestra libertad de vivir nuestras tradiciones culturales.
