miércoles, 7 de septiembre de 2016

Hualgayoc, Emilio Serna indulta un gran toro de La Viña


Magaly Zapata desde Hualgayoc, Cajamarca

Emilio Serna consiguió un triunfo importante esta tarde en la plaza de toros La Carmelitana de Hualgayoc en Cajamarca. Cuajó un gran toro de La Viña y consiguió su indulto, con los máximos trofeos, orejas y rabo, anunciados aunque no otorgados por circunstancias que los anteriores morlacos fueran llevados lejos después de arrastrados. En el primero de una tarde de siete toros, cortó una oreja y otra se llevaron Cristóbal Pardo y César Bazán “El Yeta”. Tarde en que se lidió un encierro de La Viña y Paiján, bien presentado, con cuajo, trapío y con variado juego.

Era la primera vez que comparecíamos en este coso cajamarquino cobijado por los Apus, aquella ‘gargantilla de plata’ engastada en las montañas, al que cada año -desde hace 16 que nos dirigimos a Chota o Cutervo’ lo veíamos desde la montaña. Hoy nos tocó la fortuna de visitarlo en su feria en honor a la Virgen del Carmen y de disfrutar de un toro con calidad, son y nobleza que encontró un torero que lo entendió desde que lo recibió con el percal. Ese fue Emilio Serna.

Era el 5º de la tarde, que por encontrarnos a más
de 3,500 metros de altitud sobre el Océano Pacífico, se nos antojaba por demás fría y ventosa, sin embargo, nada más sentarnos en el tendido, porque el coso no tiene callejón, el dios sol se hizo presente para calentar el ambiente, tanto como lo hizo ese toro negro viñero, de preciosas hechuras, que se dispuso embestir aunque venía de la Costa, con el hocico por abajo, con calidad, con son, con ritmo, lentitud y mucho temple.

No es fácil, o no es común, que un toro con tantas cualidades encuentre una muleta que le haga honor. Y nada nos agradó más que ser testigos de la calidad y entrega que puso Emilio Serna en su labor. Y es que firmó un faenón de los que atesoran temple y cadencia, gusto y hondura. Acaso huelga catalogar pases, que fueron por ambas manos, templados, hondos y largos, barriendo la arena algunos, o incluso reseñar que hasta se puso de rodillas al cierre.

Acaso sea mejor ahondar en las virtudes, valores y bondades del paijanero, que desde que salió lució
su clase al embestir con hocico por la arena pero sobre todo lo que lució en la muleta, ritmo y cadencia para tomarla con clase, con mucha clase. Dicen que los buenos toros descubren... pues este nos descubrió un Emilio en sazón y regusto, profundo y sintiéndose y dejándonos sentir el toreo bonito, bien hecho y sentido, el toreo eterno, atemporal pero que se guarda en la memoria de quienes tuvimos la fortuna de estar, verlo y disfrutarlo. Como dirían revisteros de ayer, ahí quedó eso. Una oreja había cortado ya del que abrió plaza, que sin desplazarse mucho en el percal, el murciano se dispuso a sacarle con torería, lo que traía. Bonito y torero inicio por bajo, ganas y actitud, porfía y destacamos algún natural.

Volvíamos a ver al español Israel Lancho y estuvo poco afortunado con el acero que a la postre le impidió tocar pelo. Con el 2º de la tarde dibujó verónicas con finura a un toro chorreado que embistió por abajo y con clase. No quiso mucho castigo y llegó con buena condición a la muleta le trazó muletazos templados enganchando por el morro y abajo, circulares y desplante incluso mordió el pitón izquierdo del noble y enclasado paijanero. Varios pinchazos se llevaron los trofeos. Palmas. Con el 6º, no pudo hacer mucho porque se acobardó de salida y tampoco tuvo fuerzas, lo intentó incluso acortó distancias y lo paso a media altura pero otra vez falló con el acero. Palmas.

Esta vez César Bazán “El Yeta” no tuvo el santo totalmente a favor. Su primero, aunque suelto y
abanto, le podía dar fiesta pero un costalazo al tomar por abajo el capote del subalterno y enterrar los pitones, lo perjudicó pareciera de las caderas y a partir de ahí se resintió y no quiso pelea, se refugió en tablas y nada más. Pinchazo hondo y ovación. El que cerró la tarde no tuvo fuerzas ni entrega pero “El Yeta” lo pasó por alto y cuando lo dejó, le bajó mano y consiguió muletazos aislados pero importantes. Estocada entera y oreja.

El colombiano Cristóbal Pardo se hizo con uno en la tarde, de ahí que lo reseñamos al cierre aunque fue 4o, y que no tuvo demasiada casta ni recorrido y tampoco fuerzas, poco pudo hacer. Lo intentó con capote y muleta pero era imposible. Apenas un derechazo cuando decidió tomar la pañosa un poco más larga aunque pero en corta distancia, se sintió podido y se paró. Entera en blandos pero efectiva. Oreja.

Una vez más me siento afortunada de poder visitar mi Perú taurino y disfrutar de la fiesta y de los toros, de la tradición y del rito. Hualgayoc, un pueblo que se vino arriba por la minería y que dispone sus celebraciones en torno a la fiesta de los toros, siempre es una riqueza de nuestra cultura viva.

FICHA. Plaza de toros La Carmelitana, Hualgayoc, Cajamarca. Martes 6 de setiembre 2016. Primera de Feria Virgen del Carmen. Se lidiaron 7 toros de Paiján y La Viña, bien presentados y de juego variado, destacando el 2º y 5º, que fue indultado. Emilio Serna, oreja y dos orejas y rabo. Israel Lancho, palmas en su lote. Cristóbal Pardo, oreja. César Bazán “El Yeta”, ovación y oreja.