Ayer en MACUSANI se lidiaron astados de Checayani, descastados y mansurrones, sin opción de lucimiento salvo el quinto que algo se dejó y el mexicano aprovechó en estar digno. En su primero falló con la espada. Era de esperarse la forma en que afrontó la tarde Finito de Córdoba, por cómo suele salir el ganado puneño sumado a la afectación física por la altura. Despachó su primero de 9 pinchazos y al segundo apenas si salió unos segundos del burladero para taparse ahí y hostigar que no despachar al astado tapado tras los maderos en espera evidente de oír los tres avisos. El toricantano no tuvo material para lucirse y salió contrariado.
Finito de Córdoba, 9 pinchazos, pitos y pitos en su segundo se tapó en burladero y a pinchazos por el hocico y arriba esperó con desparpajo que sonaran los tres avisos.
Leo Valadez, dos pinchazos, estocada, vuelta y dos orejas tras petición de indulto inmerecido y no concedido.
Cristian Ramos, silencio en el de la alternativa y silencio
