Ayer se realizó un interesante festival taurino en Acho, a la usanza veraniega de aquellas temporadas primigenias que solían realizarse en nuestra señera plaza de toros limeña y que se resume en la salida a hombros de dos toreros que se vienen forjando en ruedos de provincias y vaya que han evolucionando en su expresión y concepto. Oportunidades así, donde no siempre colabora el ganado y estando en Acho, si estas puesto, toreado y preparado, el gato llega al agua de todas maneras. Y así sucedió con El Fabi y Kuntur Alfaro. Enhorabuena.
Organización a cargo de la empresa taurina De Vuelta al Ruedo y del diestro Víctor Hugo Garavito a quien se agradece el empeño y esfuerzo de insistir en esta segunda edición que llevó un cuarto de aforo. Por atreverse con sus consecuencias a echar la pata alante y porque con ello ofrece oportunidad a diestros que por razones que aveces enervan la lógica están alejados de la primera vitrina taurina de nuestro país. Y porque además nos deja ver una abanico de hierros relativamente jóvenes en la crianza de ganado de lidia y su momento. En este aspecto y como verás en el toro a toro abajo (que en mi face De toros y más encontrarás con videos) en su mayoría carecieron de casta y les sobró mansedumbre. Tarea que trabajar. Destacó el lidiado por Kuntur Alfaro al que le dieron vuelta al ruedo por su noble calidad, cierto que con mejores hechuras, y es que ahí radica el lugar común no? Mejores hechuras más probable que embista…. Cinco orejas se cortaron en total, dos las citadas de Kuntur Alfaro y Fabián Pareja El Fabi, con total justicia por lo realizado, y otra para Oscar Quiñónez, por su tesonera actitud ante un mansito al que finalmente le robó un par de tandas y le dejó bien la espada.
Importante el minuto de silencio que fue hacia Don Nazario Villafuerte, decano de los empresarios taurinos peruanos, cuando se cumple un mes de su partida.
Y aunque no es mi costumbre ser puntillosa con los 'pero', debo dejar constancia mi malestar ante la (mala) costumbre de hacer festejos 'mostros', es decir no de seis sino de 8, o 10, o más incluso en doble jornada. Ni mucho que queme al santo ni poco que no lo alumbre dice el dicho, me parece. Pues ahí está. Demasiado largo. Demasiado calor. Y si contamos que algunos llevaron la jornada desde la suelta de astados por la calle temprano… ay amigo. Vaya polizón. Si salimos del coso rímense más de las 20.30 horas!!
Y es que el inicio se retrasó tras el paseíllo con espectáculo de caballos de paso y del baile fe estos en marinera. Y además en dos intermedios más con el baile de moda. Nada tengo en contra. Pero a ver si en los concursos dejan que se lidie si quiera de salón algún carretón??? Cada cosa en su lugar. De siempre los caballos de paso y cualquier otro espectáculo se realizaba en Acho antes del paseíllo. La marinera era en los tendidos. Esa es la tradición. Esa es la costumbre. No hacerlo es una mala idea y copiarla doblemente mala. Desde aquí pido a organizadores y empresas que recapaciten y volvamos a la tradición. (Incluya usted el vestido del alguacil) Y conste que todo ello es aplicable a todo, no solo por Acho.
Y para no salir, saliéndome de la suerte, es menester dejar constancia sin que sirva de precedente que el ruedo estuvo bien trabajado. Sin levantar polvareda a pesar del sol y terrible calor imperante. Lo bien hecho se destaca y es así que cerramos el comentario y pasamos a los detalles.
TORO A TORO
Primero de Virgen Inmaculada de Velille. Complicado y de hule parecía meneado y pegó cornada a los dos caballos. Lo sacaron en puntas. Terrible si se trata de rejones. Pie a tierra se iba encima. Se salvó el diestro al caer de bruces porque el toro lo perdonó al no trasgredir en su mansedumbre la segunda raya y volvió a tablas. Golletazo y los avisos para El Portu. Palmas.
El segundo salió para el mexicano Isaac Chacón. Ganadería El Pilar de Achacota de hermanos Sulca. Con peligro por los dos y pitones. Oficio permitió echarle capote y lancear con gusto incluso en terreno de toroles. Mismo oficio que empleó sin probatura por la derecha para luego cuajar tres naturales a media altura mandando en largo de buena factura. Emocionó. Se confió y le echó mano el manso. Pero siguió firme con la zocata. Pincha y despacha. Palmas. El parte médico indica contusión costal izquierda. Evidente. Vimos el traje roto en la zona. Volvió de enfermería señalando alguna fisura y que llevaba tres fuertes volteretas consecutivas. Gajes del oficio.
El tercero para Fernando Villavicencio. Ganadería Angeles de Achaco de Puno. Lo recibió con una larga cambiada y después debió seguirlo. Bien con los palitroques y en muleta el novillo algo soso, mejor se empleó por el derecho por el único pitón donde se puso. El izquierdo venía muy vencido. Entra perpendicular la espada. Descabello.
El cuarto duró muy poco. Lo que fue el saludo capotero. Y el novillo se paró. Y lo hizo tras el buen despliegue capotero de Morenito de Canta. Por más que porfió con la muleta por derecha y le endilgó algunos muletazos con muleta retrasada, le costaba salir de la tela. Con la zurda lo apretó a tablas y desarmó. Insistió y poco más hubo. Pinchó.
El quinto de María Estela para El Fabi. Tuvo sus teclas y el diestro supo cuáles tocar para que la música del toreo bueno y caro sin excesos, sonara. Importante llegar y estar como El Fabi en Acho. Desde el inicio con aires de Pana en el capote hasta la muleta con idea clara y buen concepto y mucho gusto en su expresión. Estocada casi entera y dos que le abren la puerta grande.
El sexto fue de Sierra Brava para Kuntur Alfaro que ejecutó un vistoso quite a una mano. Con gusto y por alto lo saco a los medios en andar torero. Borda por naturales, gustándose y un buen novillo que se entregó con nobleza. Con la zurda sometió con los vuelos y con la derecha acompañó a media altura. La espada se fue contraria y se va. Piden vuelta al novillo y se la dan. Y dos orejas.
El sétimo tras otro intermedio mal estructurado de marinera, fue de Chuquizongo para Oscar Quiñónez. Resultó un regalito, auténticamente manso de libro. Saltó varias veces al callejón. El torero lo intentó pero sin historia. Su tesonera intención hizo que al final le endilgara un par de tandas. Espadazo y oreja.
El octavo de la ganadería La Única de Chacas para la novillera española María del Mar. No salió para hacerse de su novillo en el saludo. En la puya tumbó al piquero. Tras la primera tanda por alto suena la música y la calla. No se confía y abrevia. El novillo se colaba con peligro, fue un encastado con genio.
Cierra uno de Cerro Bravo. Feo de hechuras muy alto al que el novillero Guerrita recibió a porta gayola y que después no regaló un lance aunque estuvo bien colocado y queriendo. Lo demostró en muleta de rodillas en los medios. Fue jaleado. Creíamos que había bravura y obra grande… Desparpajo y valor que no pudo reafirmar porque el novillo se orientó y le costó ser consistente con su arrojo inicial para domeñarlo. Y además demostró que su debilidad es la suerte suprema. La impronta de novillero que son las ganas de querer ser están. A partir de ahí tiempo y paciencia para similar técnica y esencia.
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