MADRID SE RINDIÓ AL PODER Y VALOR DE ROCA REY. FAENA de poder e inteligencia para someter y doblegar la voluntad del manso de libro que hizo 5o en Las Ventas y su Feria de San Isidro. Los de Fuente Ymbro no fueron lo que se esperaba. Aquí lo dije temprano que por hechuras armónicas el que aparentaba funcionar mejor era su lote y con sus bemoles así fue.
Pero se encontraron con una muleta re poderosa que esta vez ha firmado faenas de entrega en cercanías, aguantando parones y gañafones con la intención de mandar sobre la bestia. Uno de los pilares del toreo: Parar, mandar, templar y de Chicuelo a Manolete, también el ligar sin perder pasos, con valor quedarse quieto e impávido, hierático ante el peligro de cornada, el ese terreno caliente, el del toro. Así de enorme estuvo Roca Rey.
Pero lamentablemente y por una vez más la espada, que más que suerte es maña y verlo claro en cuanto a terrenos y momentos (por aquello de pasarse de faena), por una vez más falló. Eran dos rotundas Andrés. Pero ahí quedan los gritos de TORERO TORERO y la rendición absoluta de la primera plaza del mundo taurino. Chapó torero.
Este es el mejor momento de tu carrera hasta hoy. Porque a tu valor descomunal, a tu estar y andar de figura que se encarga porque tiene la capacidad de cambiar una tarde, lo hace pero no con pases arrebatados de alarde sino con toreo con grandes fundamentos. Embeber y ralentizar una embestida sea huidiza o de bruto. Hoy si estás hecho un tío Andrés. Tu madurez profesional ya llegó. El techo es alto y por ahí seguirás volando.
FICHA MT. Plaza de toros de Las Ventas (Madrid). Decimoctavo festejo de laFeria de San Isidro. Lleno de 'No hay billetes' de entrada. Toros deFuente Ymbro, bien presentados, serios, con cuajo, pero de buenas hechuras. De juego deslucido y complicado, en general. Sin entrega y romper hacia adelante. El mejor, el segundo, mientras duró, con poco fondo. El resto, pegando gañafones, sin entregarse y sobre las manos, sin pasar del embroque.
• DIEGO URDIALES, silencio y silencio.
• ROCA REY, palmas y ovación.
• GINÉS MARÍN, silencio y silencio.