Enviado desde mi iPhoneY aquí nada de nada. La fiesta de toros es una tradición, sí; pero es perentorio refundarla para que crezca con fundamentos como este. Los ganaderos peruanos debieran ser los primeros en buscar salvaguarda de sus intereses, o quizás los aficionados organizados, que también tienen intereses en la fiesta, un espectáculo bien regulado, partiendo del toro, su procedencia e integridad.