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El peruano Juan Carlos Cubas y el español David Esteve triunfaron esta tarde en el mano a mano sostenido en Canta a tres horas de Lima capital. Cubas cortó tres orejas en tanto que Esteve, ante el peor lote, debió esperar al último de la tarde para triunfar vía un indulto solicitado, ciertamente, pero no totalmente justificado en cuanto a los méritos del astado.
El huancaíno echó primero un colorado de San Pedro, bonito de tipo, noble y pronto que no humilló al que toreó en inicio por bajo a los medios y templó por derecha, mejor estuvo su toreo por naturales, más ajustado y compuesto, incluso cuando llevó la muleta retrasada. Dejó la espada entera arriba y fue premiado con una oreja a pesar de la insistencia de su peonada en que fueran dos.
Número que sí se llevó en el 5º, un joven terciado y noble, cómodo de cabeza que se dejaba pegar pases a media altura. Se los dio vaciando hacia afuera y otra vez se acopló mejor a la embestida por la izquierda. La faena fue larga y entró en letargo hasta el espadazo que revivió al gentío que enfervorizado pidió el doble premio.
Sin embargo, su labor en el 3º, el de mejores hechuras de la corrida y más cuajo también, un negro carifosco que tuvo fijeza y codicia aunque sin humillar y apenas fue picado. Abusó de las pausas entre tandas lo que perjudicó su labor que tuvo templanza pero abulia también, trazos en recto y como fue su tónica, destacando con la zocata. El toro entero sin abrir el hocico se fue tras pinchazo y una tendida caída.
David Esteve tuvo menos suerte con su lote. Los dos primeros casi nulas opciones de triunfo le dieron. El 2º un colorado chorreado en verdugo, suelto de los capotes, incluso se frenó en un momento y parecía reparado de la vista. En muleta fue soso y había que irle en corto para pasarlo sin agobios porque tenía una embestida deslucida.
El 4º de Salamanca salió rematando abajo en burladeros y lo reció bien por verónicas, estructuradas y con gusto. Picotazo, palos y tras las dos primeras tandas a doblar las manos. Se apagó. Se terminó el gas. Esfuerzo y porfía, por alto, adornos, desplantes que la gradería agradeció. Pinchó que si no corta algún trofeo.
Trofeos simbólicos que debió recibir tras el indulto comentado, premio generoso para un astado que no fue adecuadamente picado y que adoleció de condiciones de bravo. Premio que sí mereció la faena estructurada por Esteve ante desclasado noble, por composición, por temple, por trazo y por gusto para torear por ambos pitones. Dos naturales, de suave toque con la bamba, de cartel. Lástima que fuera casi en penumbras.
Canta, domingo 15 de setiembre. Plaza portátil Torokuna, rozó el lleno. En tarde soleada se lidió ganado de San Pedro y uno de Salamanca (4º), indultado el 6º, en líneas generales bajos de casta con poca fuerza, cara a media altura aunque con nobleza en distintos grados. Apenas fueron picados. Juan Carlos Cubas (Per), oreja, silencio y dos orejas. David Esteve (Esp), silencio, palmas y trofeos simbólicos por indulto. Incidentes: Una hora de retraso en el inico de la corrida que obligó a torear el último con deficiente iluminación.