Año y medio ausente. Volví a Madrid al llamado de mi afición y con las ganas de verla y sentirla, con ella el toro, su toro, un desafío ganadero con dos hierros de los denominados toristas y una terna que llegaba con la urgencia de rendir un examen ante la cátedra aunque el toreo es más profundo que eso. Dejar fluir cierta técnica aprendida y expresar sentimientos aunque toros como estos poco espacio dejan para ello. En corto la historia dirá que fue Juan de Castilla el único premiado con una ovación que saludó en su primero. Que fue recibido con cerrada ovación tras paseíllo en reconocimiento a llegar con rezagos frescos de una cornada en Francia y que no quiso hacer partícipe de ello a sus alternantes. Que Andrades confirmó alternativa tomada 3 meses atrás. Que Ritter entró la víspera por sustitución. Que la corrida se dividió en dos capítulos, 3 primeros de Rehuelga santacolomeños con atisbos de nobleza con poca fuerza y corto recorrido, que mal administrada no da juego y los otros 3 albaserradas de Escolar, por la acera de enfrente y a pescar en tanto hubiera resquisicio entre el cuerpo, la tela y el cuerno. Que el más nuevo, Miguel Andrades, por la confirmación abrió tarde frente al toril y quedó desairado su gesto por un "avispa" cárdeno a punto de los 6 años qué decidió irse y lo debió buscar para de rodillas saludarlo en una larga cambiada. Ya veíamos cómo iría la tarde. Que la edad, el trapío y cornamenta asustaban al miedo y la condición que iban desgajando la ponían cuesta arriba. Que cada uno en su saber y entender de cómo manejar estos encantes mostró alguna carencia técnica. Que no siempre querer es poder y que honra plantarse delante pues por encima de todo salen a jugarse la vida. Que el público inclinó la balanza al toro. Que es siempre perentorio lucirlo en varas y no estuvieron acertados los del castoreño. Que la exigencia a la terna no se relajó, sin atenuantes, a pesar de su escaso rodaje. Que así es Madrid en el pre otoño. Por eso vine.
Encontré un Ritter (lo vi de novillero en Arnedo 2012 y fue herido) que no se aleja de lo aprendido con Corbacho, quieto como un poste y a pasárselos muy cerca, de escalofríos su quite por gaoneras en el toro del confirmante. En el suyo aguantó el apretón a tablas y en muleta sin someterlo pero genuflexo inció trasteo aplaudido. A media altura la muleta ante un toro sin humillar, destacó en una tanda de naturales echando los vuelos y llevándolo con suavidad. Tomo 4 y no quiso más. insistió en alargar faena y los recados del tendido llegaron. Sin acierto con el acero. Palmas. Su segundo se orientó en su capote y por ambos lados, algo afectado de los cuartos
No hubo contenido para lucimiento. Reservón y midiendo, agazapado para hacer presa. Aplicó el macheteo al final cuando el toro era el dueño de la situación. Espada en los bajos. Silencio.
Juan de Castilla estuvo firme y enterado en su primero desde los lances de recibo, protestan mal tercio de varas, piden cambio porque doblo las manos, pidió calma y con muleta retrasada por el corto recorrido y sin exigir porque no humilla ajustó la distancia y templó los derechazos ligados y logrados, siempre administrando la poca fuerza. Pinchazo y tendida. Saludó ovación. Al Escolar lo bregó por su renuencia a tomar el capote y fue aplaudido, ilusión óptica al dejar ver que metió los pitones abajo pero con desplazamiento obligado. Vara protestada por el 7. Infructuoso esfuerzo ante el que se revolvía y traía peligro, hasta que al final se aclaró, se cruzó al pitón de afuera y de uno en uno. Metisaca y en los bajos. Silencio.
Miguel Andrades compareció para confirmar su alternativa. Desairado por 'avispa' en la puerta de toriles, fue una larga de rodillas la disposición que dejó ver, un par de verónicas aguantando y templando con cadencia. Andrades expuso en las banderillas ante un grandullón. Tras la ceremonia se fue a recibir de rodillas en los medios y fue un afarolado el primer muletazo, el toro no salía de la tela pero tenía nobleza, iba corto y sin humillar intentó ligar por ambas manos. Obligó en los naturales y el toro no quiso más. Iba a cerrar con manoletinas y lo arrolló en la primera con suerte que siguió el trapo y no al torero que rodaba por la arena. Entre la arboladura y la altura se perdió Andrades en la ejecución de la suerte final. Pincha y en guardia el sable, seguido de una desacertada decisión de ir por la cruceta y no entrar otra vez a matar encendió la queja del 7. Se esfumó el esfuerzo. Palmas en el arrastre al toro y palmas aunque algún pito del 7 para el torero. Con el de cierre intentó lucimiento sin probaturas por abajo con el capote pero la condición del Escolar que se le metía obligó a echar tela por abajo y sacarlo de tablas. Mucha vara que protestan. Banderillas a su cargo, expuso por dentro, tercio desigual. En muleta no se acopla ni se impone. Un par de naturales cruzado sin ligar en recto, parecía que habia en contrado la fórmula pero lo echó para adentro y fue prendido sin consecuencias. De ahí en mas, intermitencias. Pinchó. Palmas en el arrastre. Silencio. Destacó en la brega Juan Carlos Rey, justa, medida, eficiente y eficaz.
Madrid, domingo 14 de septiembre de 2025. Toros de Rehuelga 1o 2o 3o cierta nobleza con poca fuerza y recorrido; y los otros de Escolar, sin opciones. Todos muy bien presentados. Sebastián Ritter, que sustituyó a Damián Castaño, palmas y silencio; Juan de Castilla, saludos y silencio; y Miguel Andrades, que confirmó alternativa, silencio tras dos avisos y silencio.
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