jueves, 18 de febrero de 2021

Tauropolis: Ante extraña campaña por qué no una "gira de tradiciones"

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Nueva campaña anti Acho

La plaza de toros del Acho acaba de cumplir 255 años desde su construcción y  en ella ha confluido mucho de la historia de nuestra Patria, desde la Colonia hasta la República.  

Ha sido y es el principal escenario en el que se representa la tradición taurina del Perú y,  como lo es la ciudad capital que la alberga,  es un crisol de identidades de toda la nación que convergen al abrigo de su fiesta más especial cuya expresión cultural es tan variada como diferentes son los  pueblos donde  existe la tradición taurina centro de sus fiestas patronales, como acervo cultural y de identidad de todas esas ciudades y pueblos taurinos que encuentran en Acho su principal y primera vitrina de tradición. Ese es el Patrimonio tanto material como inmaterial que debemos preservar para que las generaciones por venir también lo disfruten porque es su derecho a la cultura. 

Y es por ello que ver un post que circula por redes revolvió las aguas de la preocupación en torno al futuro que almas globalizadas y alejadas de nuestra identidad cultural y ancestral quieren con Acho. Prohibición y abolición o quizás conseguir que en su tiesto de arena no se realicen las corridas de toros que a través de los siglos ha sido su razón, desde que Landaburu concibió y quiso que sus ingresos se destinaran a paliar los males de los enfermos del Hospital de San Lázaro, en los extramuros de la ciudad, del otro lado del río hablador. 

Debido a la pandemia que asola el mundo desde el año 2020 en Acho no se dieron toros, sea por los efectos sanitarios que como a todo espectáculo cultural y expresión escénica y artística fue restringido ante los contagios del virus chino, sea porque su propietario- la Sociedad de Beneficencia de Lima - a través de su presidente y directores designados por la Municipalidad de Lima,  destinaron el coso más antiguo de América para albergar personas sin hogar, desde mayo 2020 hasta enero 2021 en que los albergados fueron trasladados a otro recinto.

Hoy,  al zocaire de los continuismos en el uso de la política diaria, aparece esta campaña desde una identidad camuflada en Instagram,  que se antoja como  una continuación de aquella que inició un regidor municipal denominada ‘Acho sin toros’ en   las redes en el 2019  y que luego  pasó a  una moción en el palacio municipal y que con  la perseverancia y ponzoña ediles en agosto 2020   se convirtió en una moción política, posición oficial municipal antitaurina,  descolgada casi en acuerdo de concejo  por el cual los funcionarios municipales sin facultad ni capacidad direccionan  o condicionan a los funcionarios de Beneficencia,  para que una vez concluido el contrato actual  no sea concesionada o adjudicada para   el  fin que fue construida y posteriormente donada, dar toros y contribuir con ingresos para los menesterosos mantenidos por la Beneficencia de Lima.

Dentro del marco propio de la gestión taurina, la plaza de toros del Acho fue concedida o arrendada o adjudicada al señor Juan Manuel Roca Rey contando con el aval o respaldo de la empresa mexicana Casa Toreros desde el 29 de abril del 2016 por 4 años y 8 meses y como nunca antes para usufructo y administración del 1 de enero al 31 de diciembre de cada año, además de la realización de la Feria Señor de los Milagros. 

Si sacamos cuentas, los 8 meses corrieron en el 2016, de mayo a diciembre. Y los 4 años vencieron el 2020, año 1 de la pandemia en que Acho fue "la casa de todos", año en que por lo antes señalado  no se realizó ninguna feria taurina ni espectáculo alguno; año en que habría vencido el contrato firmado  y existiendo en él condiciones para finiquitar o renovar, según acuerdo de partes.  Se entendió que el 2020 pasaba en blanco ante la pandemia pero nada se sabe ni se informa a la opinión pública de renovaciones, adenda, o lo que fuere, si por un año o por nuevo contrato.  Nadie dice esta boca es mía.

Con el rigor del caso  consultamos de este post que circula en redes  al empresario Juan Manuel Roca Rey y nos dijo  que es falso,   aquello de  que  “se viene una licitación de Acho” entiendo.  Sin embargo, revisando redes es evidente que se trata de una  campaña de política antitaurina “continuista” en el tema Acho,  en el que se  abre otro frente, que ya  no es el municipal sino de redes  sociales para conseguir presión mediática y social ante una futura concesión para corridas de toros. Y parece que ellos saben más de eso que nosotros.

Acho y la Feria del Señor de los Milagros no son exclusiva propiedad de Beneficencia ni de sus gestores, es propiedad y patrimonio cultural,  monumental e histórico de los peruanos  por tanto derecho tenemos de saber y conocer los  acuerdos  que podrían beneficiar o perjudicar su futuro. Más aún ante la coyuntura de la crisis sanitaria por la que no sabemos si se podrán dar toros, aun cuando en otros países cercanos (Colombia, Ecuador, Venezuela) se han hecho y se hacen esfuerzos por estructurar giras de reconstrucción o ferias virtuales con el único objetivo de no perder la continuidad de la tradición de lo contrario será tremendamente perjudicial, en nuestro caso, ir camino de un Acho sin toros, o de un país al que le roban sus tradiciones.

Entiendo que a los peruanos  nos acongoja la terrible desgracia de los más de 100 mil fallecidos en pandemia y de los cientos de miles de contagios ante la incapacidad de gestión del régimen de turno, pero al tiempo tengo claro que es imperativo revivir nuestros  rescoldos y ser   capaces de velar por nuestra vida sí, pero también por la vida de nuestras  tradiciones  y comprometernos  que este año 2021 no pase sin toros en Acho, y tampoco pase sin toros en las plazas y ferias importantes de nuestro país; aquella por ser la principal vitrina de tradiciones, y éstas porque son la gran base de la pirámide sobre la cual descansan nuestras tradiciones en sus fiestas patronales. 

Por ello  es importante que seamos capaces de componer un gran movimiento  de cultores de  nuestra trilogía criolla y con el esfuerzo de todos, con la colaboración de todos, comprometernos  a realizar una singular “Gira de las  Tradiciones”  que incluya  toros, gallos y caballos de paso, en un mismo día y en un mismo lugar, que transite nuestras capitales de provincias taurinas teniendo como  escenario las  plazas de toros  y culmine en la de Acho.  Y  si las condiciones no son propicias para un mínimo de aforo permitido, que sea de manera  virtual por streaming, con la aportación y compromiso de todos los que cultivamos nuestras tradiciones y revivirlas  con ese gran espectáculo.   

Así  demostraremos al mundo que nuestro Perú es un país con identidad y tradiciones y que  Acho no sólo es una casa de toros sino una catedral que históricamente ha custodiado el grial de nuestras tradiciones, ayer, hoy y siempre. Manos a la obra.