Nueva campaña anti Acho |
La plaza de toros del Acho acaba de cumplir 255 años desde su construcción y en ella ha confluido mucho de la historia de nuestra Patria, desde la Colonia hasta la República.
Ha sido y es el principal escenario en el que se representa la tradición taurina del
Perú y, como lo es la ciudad capital que la alberga, es un crisol de
identidades de toda la nación que convergen al abrigo de su fiesta más especial
cuya expresión cultural es tan variada como diferentes son los pueblos donde existe la tradición taurina centro de sus
fiestas patronales, como acervo cultural y de identidad de todas esas ciudades
y pueblos taurinos que encuentran en Acho su principal y primera vitrina de
tradición. Ese es el Patrimonio tanto material como inmaterial que debemos
preservar para que las generaciones por venir también lo disfruten porque es su
derecho a la cultura.
Y es por ello que ver un post que circula por redes revolvió
las aguas de la preocupación en torno al futuro que almas globalizadas y
alejadas de nuestra identidad cultural y ancestral quieren con Acho.
Prohibición y abolición o quizás conseguir que en su tiesto de arena no se
realicen las corridas de toros que a través de los siglos ha sido su razón,
desde que Landaburu concibió y quiso que sus ingresos se destinaran a paliar
los males de los enfermos del Hospital de San Lázaro, en los extramuros de la
ciudad, del otro lado del río hablador.
Debido a la pandemia que asola el mundo desde el año 2020 en
Acho no se dieron toros, sea por los efectos sanitarios que como a todo
espectáculo cultural y expresión escénica y artística fue restringido ante los
contagios del virus chino, sea porque su propietario- la Sociedad de
Beneficencia de Lima - a través de su presidente y directores designados por la Municipalidad de Lima, destinaron el coso más antiguo de América para albergar personas sin
hogar, desde mayo 2020 hasta enero 2021
en que los albergados fueron trasladados a otro recinto.
Hoy, al zocaire de
los continuismos en el uso de la política diaria, aparece esta campaña desde una
identidad camuflada en Instagram, que se
antoja como una continuación de aquella
que inició un regidor municipal denominada ‘Acho sin toros’ en las
redes en el 2019 y que luego pasó a una moción en el palacio municipal y que con la perseverancia y ponzoña ediles en agosto
2020 se convirtió en una moción política, posición
oficial municipal antitaurina, descolgada
casi en acuerdo de concejo por el cual
los funcionarios municipales sin facultad ni capacidad direccionan o condicionan a los funcionarios de
Beneficencia, para que una vez concluido
el contrato actual no sea concesionada o
adjudicada para el fin
que fue construida y posteriormente donada, dar toros y contribuir con ingresos
para los menesterosos mantenidos por la Beneficencia de Lima.
Dentro del marco propio de la gestión taurina, la plaza de
toros del Acho fue concedida o arrendada o adjudicada al señor Juan Manuel Roca
Rey contando con el aval o respaldo de la empresa mexicana Casa Toreros desde el
29 de abril del 2016 por 4 años y 8 meses y como nunca antes para usufructo y
administración del 1 de enero al 31 de diciembre de cada año, además de la
realización de la Feria Señor de los Milagros.
Si sacamos cuentas, los 8 meses corrieron en el 2016, de
mayo a diciembre. Y los 4 años vencieron el 2020, año 1 de la pandemia en que
Acho fue "la casa de todos", año en
que por lo antes señalado no se realizó
ninguna feria taurina ni espectáculo alguno; año en que habría vencido el contrato firmado
y existiendo en él condiciones para
finiquitar o renovar, según acuerdo de partes. Se entendió que el 2020 pasaba en blanco ante la pandemia pero nada se
sabe ni se informa a la opinión pública de renovaciones, adenda, o lo que
fuere, si por un año o por nuevo contrato.
Nadie dice esta boca es mía.
Con el rigor del caso consultamos de este post que circula en redes al empresario Juan Manuel Roca Rey y nos dijo que es falso, aquello de que “se
viene una licitación de Acho” entiendo.
Sin embargo, revisando redes es evidente que se trata de una campaña de política antitaurina “continuista” en
el tema Acho, en el que se abre otro frente, que ya no es el municipal sino de redes sociales para conseguir presión mediática y
social ante una futura concesión para corridas de toros. Y parece que ellos saben más de eso que nosotros.
Acho y la Feria del Señor de los Milagros no son exclusiva
propiedad de Beneficencia ni de sus gestores, es propiedad y patrimonio
cultural, monumental e histórico de los peruanos
por tanto derecho tenemos de saber y
conocer los acuerdos que podrían beneficiar o perjudicar su futuro.
Más aún ante la coyuntura de la crisis sanitaria por la que no sabemos si se
podrán dar toros, aun cuando en otros países cercanos (Colombia, Ecuador,
Venezuela) se han hecho y se hacen esfuerzos por estructurar giras de
reconstrucción o ferias virtuales con el único objetivo de no perder la continuidad de la tradición de lo contrario será tremendamente perjudicial, en
nuestro caso, ir camino de un Acho sin toros, o de un país al que le roban sus
tradiciones.
Entiendo que a los peruanos nos acongoja la terrible desgracia de los más
de 100 mil fallecidos en pandemia y de los cientos de miles de contagios ante
la incapacidad de gestión del régimen de turno, pero al tiempo tengo claro que es
imperativo revivir nuestros rescoldos y ser
capaces de velar por nuestra vida sí, pero
también por la vida de nuestras
tradiciones y comprometernos que este año 2021 no pase sin toros en Acho, y
tampoco pase sin toros en las plazas y ferias importantes de nuestro país;
aquella por ser la principal vitrina de tradiciones, y éstas porque son la gran
base de la pirámide sobre la cual descansan nuestras tradiciones en sus fiestas
patronales.
Por ello es
importante que seamos capaces de componer un gran movimiento de cultores de nuestra trilogía criolla y con el esfuerzo de
todos, con la colaboración de todos, comprometernos a realizar una singular “Gira
de las Tradiciones” que incluya toros, gallos y caballos de paso, en un mismo
día y en un mismo lugar, que transite nuestras capitales de provincias taurinas
teniendo como escenario las plazas de toros y culmine en la de Acho. Y si
las condiciones no son propicias para un mínimo de aforo permitido, que sea de
manera virtual por streaming, con la
aportación y compromiso de todos los que cultivamos nuestras tradiciones y
revivirlas con ese gran espectáculo.
Así demostraremos al
mundo que nuestro Perú es un país con identidad y tradiciones y que Acho no sólo es una casa de toros sino una
catedral que históricamente ha custodiado el grial de nuestras tradiciones,
ayer, hoy y siempre. Manos a la obra.