2º Esfinjero No. 733 con 486 kilos
Veronicas a pies juntos y un breve picotón del que sale escupido el astado fueron los primeros compases de la lidia. Quita por chicuelinas y engancha al público pero aparece crudo el morlaco. Sale suelto al segundo muletazo, busca las tablas y pone difícil el lucimiento de Perera, debe cambiar terrenos y es ahí cuando puede ligar los muletazos en redondo. Le pudo, lo somete tapándole la salida, las claves de la faena, que resultó larga. Lamentablemente la espada cae baja y debe descabellar. Algunos pitos.