viernes, 9 de enero de 2009

Ilusión y confusión

Cesudo análisis ha expuesto nuestro amigo y colega Fernando Salgado en el artículo "cuando la prensa impulsa el espectáculo" colgado en la página de otro amigo, el periodista español José Antonio Del Moral (detorosenlibertad.com) en el que contrasta la labor de la prensa taurina y su función de vender (promover) la fiesta de los toros "por lo que es necesario que la Prensa taurina local mantenga a su afición viva, activa e ilusionada, pero nunca engañada ni confundida, como ocurre en algunos lugares de nuestro continente".

Confronta la labor de los periodistas colombianos, y la forma cómo hacen su trabajo en las transmisiones radiales y crónicas, con la labor de los cronistas de los principales medios escritos -principalmente- de nuestro país, al punto de concluir que "Colombia es hoy en día un referente en América con respecto a la divulgación y promoción de la Fiesta de los Toros". Añado a esto que Colombia ES un referente en cuanto a comunicación taurina hace muchos años porque allí la fiesta es una industria sostenida cada temporada por más de 50 corridas entre noviembre y marzo.

No hay que ser un erudito en materia de Tauromaquia para saber que en ese país existen periodistas taurinos promotores que ejercen docencia entre los espectadores quienes así van aprendiendo a apreciar el espectáculo, y lo que es mas importante, que les enseñan a querer lo propio para que se sientan orgullos de su Fiesta. Cuando hay unión sin mezquindad y se defiende lo nacional con responsabilidad, los resultados saltan a la vista.

El resultado de todo esto son la cantidad de toreros nacionales con proyección internacional, un César Rincón ido, y ahora un Luis Bolívar y un Paco Perlaza por citar algunos de la actualidad; plazas llenas y una temporada con ferias importantes en todas las ciudades importantes del país. Casi nada.

Salgado contrasta esta actitud y forma de ejercer la labor periodística en Colombia con lo sucedido durante la pasada feria nazarena en Lima, donde la consigna de los colegas de los principales diarios de circulación nacional es "encontrar y denunciar todo lo malo que se pueda porque solo así se demuestra independencia ¿se imaginan ustedes esa objetividad?" se pregunta.

Todo esto -apunta- obedece a una campaña contra lo nacional donde los comenaristas hacen de sus escritos "crónicas perversas, que reflejan pasiones, resentimientos y petulancia de esos autodenominados “ cronistas independientes”, que no solo confunden y tuercen el ánimo de los lectores, sino que a la larga les van matando la afición y los van convenciendo que no vale la pena seguir asistiendo a las corridas, la mayoría de las cuales califican como una estafa al público".