martes, 5 de agosto de 2008

Cubas indulta uno de Paiján en Sicaya (Crónica)

DANIEL COSSER

De Palca nos pasamos a la Monumental Plaza de Toros de Sicaya donde la expectación era inminente. Encontramos a la Plaza remozada, con el cambio de arena, bien presentada, con orden en la entrada, instalaron más boleterías para la comodidad del aficionado, y un detalle donde todos los periodistas fueron acreditados y tuvieron las facilidades para cumplir con su labor de informar. La organización ha dado un paso importante a la formalidad y seriedad. Se hizo el paseíllo con hora exacta, 3:30 p.m. Llenos los tendidos. Enhorabuena a los organizadores.

El ganado de la ganadería Paiján, de propiedad de Aníbal Vásquez, bien presentado con peso y con nobleza. Bien picados, todos recargaron al caballo. El cartel fue presentado por el diestro mexicano Miguel Ortas “Miguelete”, silencio y vuelta al ruedo. Juan Carlos Cubas, saludos y dos orejas simbólicas; y el francés Medhi Savalli, que debutó en el Perú, saludos y silencio.

Miguel Ortas “Miguelete”, vestido de azul y oro, ante su primero un burraco con 473 kg, un toro noble, donde Ortas por las incidencias climáticas tuvo que abreviar porque era imposible torear. Lástima que no se le pudo ver ante el noble de Paiján. En su segundo un toro castaño oscuro “Recargado” 489 kg, con calidad, de embestida noble y con mucha fijeza. El diestro mexicano hizo pases aislados y saco dos tandas con la muleta. El toro esperaba y se arrancaba con fijeza, un animal que se fue con pases a los corrales. Tras un pinzado, deja una estocada baja y atravesada. Vuelta al ruedo.

Juan Carlos Cubas.- lució un vestido de caña y oro, se presento con su cintillo de luto, se reencontraba después de varios años con su público, se le vio su gran predisposición en su primero, de querer agradar e intentar sacarle pases, ante un vendaval que fue imposible estar delante del toro. Brindó al firmamento por la muerte de su tío. Cambió al toro de terrenos, pero fue igual de complicado por los remolinos de viento. Luego de insistir, tuvo que matarlo, tras dos pinchazos.

En su segundo “Meteoro” con 492 kg, un toro negro listón y meano, mas alto que sus hermanos, Juan Carlos salió a desquitarse ya cuando se calmó un poco el tiempo, y logró momentos importantes con el capote rematando con rodilla en tierra. Lo llevo al caballo con chicuelinas. Hace quites con tafalleras ceñidas. Brida al público que lo recibe con mucho cariño en todo momento. Inicia su faena de rodillas en una tanda de 5 muletazos y remata con la de pecho, el público lo alienta, y suena la música. Metido en los terrenos del toro inicia su faena con la diestra con pases de calidad, cambia de mano, cruzándose, entendiéndolo al toro sin exigirle. El toro se fue quedando corto, lo torea con manoletinas. Cambia de espada y finaliza con estatuarios, el público pide el indulto y el juez lo concede. Le dan las dos orejas. Dio una aclamada vuelta al ruedo donde invitó al ganadero Aníbal Vásquez, al termino de la corrida le dieron el escapulario de Oro del Santo Domingo de Guzmán.

Medhi Savalli.- vestido de grosella y oro, lo vimos con cualidades y con condiciones. Banderilleó a sus dos toros. En su primero con viento y lluvia, salió para recibirlo con verónicas, con la muleta estuvo muy entregado, metido entre los pitones, aguantando y toreándolo a gusto. Con la espada la paso mal por el descabello. Saludos.

En su segundo también lo recibe con buenas verónicas lentas y templadas, brinda al público, inicia una buena tanda de muletazos por la diestra, unos circulares invertidos y pases cambiados. Estuvo variado tratando de agradar al público presente. Hace el péndulo y remata con la de pecho de rodillas. Con la espada no pudo redondear la faena. Fue silenciado.

Incidencias: Fue derribado del caballo David de la Barra, los tres picadores estuvieron muy bien, Yaco II y Toto, jóvenes que son profesionales. Hubo desorden en el ruedo por parte de los banderilleros. Estuvo presente el Círculo Taurino del Centro. Mucho viento que levantaba un terral incomodo para los espadas. Al juez de la plaza, le falto mayor autoridad para llevar mejor la tarde. Llegaron tarde las banderillas.