viernes, 6 de junio de 2008

Del Moral: Enloquecida y enloquecedora apoteosis

Nunca, jamás había vivido yo algo parecido a lo de ayer... a tantísima gente completamente loca por un torero, antes de empezar una corrida, de ahí la sensación general que ayer contagió a casi todos los presentes, les hizo creer y hoy les sigue haciendo decir que José Tomás es el torero más grande que vieron los siglos. Y más después de que casi todo le saliera bien frente a todo un corridón de toros.
Jamás repito, sucedió esta locura previa y colectiva con nadie. Ni con Manolete, ni con Domingo Ortega. Ni con Pepe Luís Vázquez. Ni con Luís Miguel Dominguín. Ni con Antonio Ordóñez. Ni con Manuel Benítez El Cordobés que fue la figura con más fuerza de todos. Ni mucho menos con Diego Puerta, Paco Camino y El Viti. Por supuesto que nunca con Paquirri. Y menos con Angel Teruel. Ni con Palomo, ni siquiera el día que cortó cuatro orejas y un rabo. Ni con Manzanares padre, El Niño de la Capea y Dámaso González. Ni con los mismísimos Curro Romero y Rafael de Paula que tantas pasiones levantaban en Madrid. Ni, curiosamente, con José Tomás las varias tardes que cuajó faenas infinitamente mejores que las dos de ayer durante las temporada de 2007, 2008 y 2009.
…cuatro orejas pedidas con furiosa unanimidad aunque absolutamente inmerecida la segunda de su primer toro y, si me apuran, también la del segundo si la comparamos con otras mucho más legítimas del propio Tomás y la grandiosa faena de El Juli del año pasado en esta misma plaza frente a un toro de la misma ganadería que la lidiada ayer.

Con muchas ganas, siempre dispuesto y tan quieto como acostumbra, se esmeró aunque con desigual fortuna en los recibos y en quites, algunos realmente bellos, templados, y otros sucísimos… desigual en el templar de su primera faena… Mucho más limpia y redonda la segunda, aunque en ambas muleteó sobre ambas manos por las afueras como a las demás figuras jamás se les consiente en Las Ventas, mientras que, a él, sí.

Al segundo toro lo mató encunándose y dejando un emocionantísimo que no correcto espadazo que resultó tendido y traserísimo que el propio diestro extrajo en su mitad al zafarse del revolcón, tras lo cual se armó la que no está en los escritos. Y al quinto, de estocada arriba al encuentro porque el toro se le arrancó sorpresivamente.

…por fin, José Tomás se enfrentó al ganado que corresponde a un escenario de primerísima categoría. Y en esto, chapeau...
inadmisible falta de respeto de no querer brindar la muerte de ninguno de sus toros al Rey que acudió a la plaza y presenció el festejo desde una barrea acompañado por la Infanta Elena, imagino que exclusivamente para verle a él.
¿O es que los que ayer estaban locos de antemano pretenden que los que no lo estuvimos tengamos que meternos en una cueva y no volver a salir más a la calle hasta que nos lleven al cementerio?

…la bola de la propaganda continuará y continuará creciendo y rodando sin parar en la pretensión de que nos arrolle a todos, a los demás toreros, incluyendo a los más grandes e importantes que vienen demostrando su primacía y excepcional capacidad desde hace muchos años en todas las plazas del mundo y frente a toda clase de toros; y, por supuesto, arrollar a cuantos pretendemos permanecer libres y ajenos a este imparable “ciclón”.

¿es que nadie se acuerda ya de cómo estuvo El Cid hace muy pocos días, una frente a un toro de similares características a los de ayer, que toreó al natural maravillosamente bien – desde luego bastante mejor que el de Galapagar -, y otro mucho más difícil por bastante más fiero y ofensivo como fue el de su importantísima faena al toro de Victorino?. para muchos supuestos expertos la actuación de José Tomás lo borra todo. Hasta la historia del toreo entera.

¡Cuan diferente y mejor sería la plaza de Madrid, si en todas las corridas el público acudiera con el mismo fervor hacia los toreros dignos de ser esperados como, por supuesto, ayer lo fue José Tomás¡. Pero desgraciadamente no es así y que se lo pregunten, por ejemplo a Enrique Ponce…

…nada del insoportable y vocinglero coro de pertinaces destroza toreros. (del 7)¿O no? ¿O es quien estaba loco fui yo y no me enteré de nada?.

Bueno, pues ya está. Ya está dicho por mi parte todo o casi todo sobre el suceso de ayer. Para qué dedicar una sola línea más sobre el pobre telonero, Javier Conde. Y muy mala suerte la que tuvo Daniel Luque en su confirmación de alternativa. Por si a caso cante Luque como, por cierto, cantó en Córdoba, José Tomás se apresuró allí mismo a quitarle de una corrida con él que la empresa de Murcia tenía pensada para la próxima feria de septiembre.