Hoy, D铆a Internacional de la Tauromaquia, no miramos el calendario: miramos al ruedo de la historia. Porque si el arte del toreo es universal, el Per煤 ha sido una de sus plazas esenciales, no solo por su antig眉edad —con Acho como emblema—, sino por la pasi贸n, la identidad y el legado que ha sembrado en cada faena.
Joselito El Gallo, el Rey de los Toreros, escogi贸 Lima como su 煤nica plaza fuera de Espa帽a, fue un reconocimiento profundo.
Aqu铆, en esta tierra de Tradici贸n que respira fiesta brava con la misma intensidad con que respira historia, encontr贸 p煤blico, respeto y temple.
D茅cadas m谩s tarde, el hilo de oro de esa tradici贸n no se ha roto. Hoy, ese hilo se llama Roca Rey, y es m谩s que un torero: es un s铆mbolo. Lleva el Per煤 en la piel, en el coraz贸n y en cada pase de pecho. No representa una excepci贸n: encarna una continuidad. La misma que defendieron tantos matadores peruanos, tantas familias ganaderas, tantos aficionados an贸nimos que han hecho del toreo una forma de vida.
La tauromaquia no es ajena al Per煤: es parte de su pulso, de su sangre. Ha sido testimonio de los tiempos, espejo de la sociedad, rito, arte y resistencia. Por eso, hoy no celebramos un recuerdo, sino una presencia. Porque el Per煤 no ha sido un simple escenario de la tauromaquia. Ha sido, y sigue siendo, uno de sus protagonistas.
Rompa el viento el toque del clar铆n. Que se abra la puerta grande de los sue帽os, la historia pide paso. Vamos pa'lante siempre con valor y verdad.