sábado, 17 de agosto de 2024

FERIA ATA. SIFUENTES PRIMER FINALISTA



Enrique Sifuentes ha sido el primer finalista de la Feria del Torero Aficionado que empezó hoy en la plaza de toros La Esperanza en Lurin.  Alcanzaron también los otros dos puestos de podio aunque sin pasar a la final, Raúl Aramburu y Diego González.  


Aún cuando ha sido una larga jornada dividida en dos grupos de seis no se hizo larga ni pesada en virtud de la extraordinaria condición de las vacas del hierro arequipeño Campo Bravo, todas embistieron con mayor y menor calidad pero con mucha toreabilidad que permitió a los actuantes, con rodaje de años o sin ello, estar en la cara, torear y disfrutar.  Chapó por la ganadería, especialmente por esas dos vacas coloradas que tuvieron clase y ritmo para embestir amén de nobleza, codicia y fijeza comiéndose las telas por abajo.  


Destaca también el homenaje que recibió el diestro Gabriel Tizón por suma vida vinculada y dedicada al toreo en diferentes palos, como profesional, como ganadero, como promotor de nuevos valores con una escuela taurina, como apoderado y más.  Tanto que celebró toreando una vaca y nos deleitó con su calidad artística.  Y como no reseñar el cierre con el nuevo empresario de Acho que en estas lides no deja su esencia de torero aficionado y disfrutó toreando, sorprendiendo a los asistentes. 


De los actuantes intentaré abreviar por ser menester. Raúl Aramburu  Romero ante una de las que más te las tenía para tocar porque se ceñía, resolvió y la cuajó en naturales tirando de ella aunque se quería vencer. Había que poderle y estarle firme y lo estuvo. Su hermano Vasco Aramburu también tuvo la segunda que se vencía  y la templó y obligó a media altura era lo que necesitaba para no caer. Lo mejor llegó con los naturales a pesar de su condición se impuso.  La del hermano menor, Joaquín Aramburu, se comía las telas por abajo  sin ser tonta. Impuso temple y cadencia y el plus al oficio fue la inspiración. 


Cuarta para Analucia Román de Ecuador que fue arrollada de inicio y tuvo suerte por la bondad de la vaca de no verla cuando adelantaba la suerte en la muleta. Firmó tres derechazos enganchados abajo. Mérito al valor y ganas.  La Quinta para Paul Domínguez de Ancash fue extraordinaria, vaca ccolorada, que tuvo galope y fijeza tanto como entrega por abajo y calidad como nobleza.  Aún con inconsistencias del poco oficio e incipiente técnica estuvo a la altura y disfrutó y nos hizo disfrutar de la bravura con clase.  La sexta fue otra buena vaca para  Carlos Ugaz, también nuevo en estos menesteres que empujan al aficionado a escalar en su afición.  Aún asi le pegó un buen inicio por alto hacia los medios y enganchó por bajo los derechazos y explotó en un circular de arrojo y desparpajo.  


Empezó prontamente la segunda parte con el toreo de Quique Sifientes que como es su costumbre quieto se quedó en tres largas cambiadas de rodillas y de ahí con su pasmoso estar, sabiamente mueve los chismes y se pasó la enclasada por todos lados de todas las formas posibles. Al raso de capacidad que sistema en su descomunal valor y quietud de plantas.  Alejandro Castro  El Acertijo estuvo desangelado en sus formas y resolvió en los medios a la sueltecita, buscaba tablas pero volvía.  Un brindis muy largo, luego nos supimos que era por el fallecimiento de su Madre y desde aquí nuestras condolencias.  El marco musical aparentó más de un circo del sol que de un ruedo y rito como es el toreo. Demasiado estridente ante el arte de jugarse la vida ante la muerte. Turno de Fernando Rubio lanceo ganando terrenos a otra brava de Arequipa y en muleta construyó una faena con estructura y en los medios, templando y resolviendo.  Y salió otra colorada, más pequeña pero de igual calidad y bravura.  Fue el turno de Miguel Neyra que pudo disfrutar por fin de las mieles de la bravura.  Aunque intermitente y aveces saliéndose de la suerte alcanzó a formar buenos muletazos por ambas manos.  Otro tanto correspondió a Arturo Gamarra que cuando se apretó y se encajó fue cuando mejor y más largo y profundo toreo.  La sorpresa fue Diego González que cuajó con cierta carencia de la bisoñez otra buena vaca de Campo Bravo. Los de pecho con la zurda y mirada arriba salían bordados.  


El intermedio de los grupos fue el momento en que los toreros aficionados rindieron su homenaje a nuestro Señor de los Milagros, lo cargaron y pasearon por el ruedo y en el centro el sacerdote Guillmermo Leguia taurino y capellán de Acho, oficio de capellán de La Esperanza también, entregó la palabra de Dios y esparció agua, agradecimiento y bendiciones.  Y así se nos fue una tarde que, si bien fue larga y terminó de noche, la bravura y las ganas de torear de quienes antes les decían  'señoritos toreros' hoy miembros de la ATA y valientes toreros, nos hicieron agradable. Hoy torearon 12 participantes y dos 'espontáneos' de alcurnia torera.  Mañana se dará la segunda fecha. Ya les cuento cómo sale.  

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