Una vez más el diestro venezolano Jesús Enrique Colombo consiguió salir a hombros en la penúltima de feria en Cutervo. Dos de su primero y una del quinto lo hicieron posible. Sus alternantes Alfonso de Lima y Alejandro Fermín no estuvieron finos con el acero y algún trofeo perdieron. El limeño no paseó una oreja recibida por algunas protestas y dio una vuelta al ruedo en su segundo.
Tres de Navarrete que se dejaron 1o un puntito soso 3o tuvo un buen lado izquierdo y 5o se empleó y con lucido galope inicial. De San Pedro 2o se apagó pronto y 6o fue mejor por el izquierdo y el 4o de Salamanca que tuvo ritmo para embestir.
El más hecho fue el lote de Alfonso de Lima y aunque de casas y encaste diferente tuvieron líneas similares en no emplearse y entregarse fácil. En ambos el limeño construyó inteligentes faenas con pausas, que en altura de muleta adecuada que junto con el temple fue hilvanando el toreo. Lamentablemente pincharlo le quitó trofeo en su primero y ante la insistencia de un sector se lo concedieron en el segundo que no paseó ante algunas protestas, y dio una vuelta al ruedo.
Esta vez sin percance por medio pero repitió el triunfo Colombo. No hay duda que es un vendaval venezolano que encandila en los tres tercios. Se arroja de hinojos en larga de recibo y sus lances repiquetean arriba pero ensordecedores son los gritos cuando cumple con las banderillas y en especial la suerte del violín. No permite que le den capotazos y es con su cuerpo que mueve al astado hasta dejarlo listo para las suertes. Con su primero de San Pedro realizó un trasteo muy templado por ambas manos cuidando y administrando sus fuerzas. Con claridad y precisión enterró el acero en el famoso hoyo de las agujas y pidieron con fuerzas doble trofeo. Lo había hecho rodar sin puntilla. La historia empezó a escribirse similar con el quinto, aprovechó y lució su alegre galope en un quite por lopecinas, delirio otra vez en banderillas y en muleta pasaba sin humillar y cuando le exigía protestaba los muletazos. La espada asomó pero la quitó prontamente y después se encunó sin muleta y tuvo efecto rápido y le pidieron con generosa fuerza otro trofeo.
Volvía Alejandro Fermín a Cutervo y aunque el acero no lo dejó tocar pelo mostró una vez más su impronta de clase en el manejo del percal en verónicas enjundiosas y toreras y aunque su primero se le quedaba corto por el derecho si que aprovechó el otro pitón para dejar los mejores naturales de la tarde por profundos. Tesonero estuvo con el último de la tarde, tuvo cuajo y trapío y lo recibió con verónicas mecidas. Bonito y torero inicio de faena y presentíamos que sería faena de pensión pero no duró mucho su recorrido inicial y se fueron acortando los trazos de su muleta y también la ilusión de verlo triunfar.
Así se cumplió la sexta de abono de este serial de 7 en Cutervo que esta vez lució un lleno de bandera y siempre con muchos niños y jóvenes que disfrutan de su fiesta y de su tradición. Comprobado está que no es perentorio el relumbrón para tener una buena feria. Mañana abrocharemos con la presentación de Fonseca y el retorno en sazón de triunfo David Galván con el peruano Galdós y su especial expresión de arte.
