@magalyzapataDuelo de 'champions' en SEvilla que se fue perdiendo en el sopor por el juego esaborío del ganado de El Pilar, faltos de fuerza, deslucidos, sin empujar como bravos briosos, encastados, al contrario justos o faltos de esta. Ante ellos, los toreros estuvieron muy, pero muy por encima con su técnica y expresión.
Lamentablemente al francés Sebastién Castella no le alcanzó para tocar pelo, quizas en el primero de la tarde. Toreó lento y con gusto, especialmente con el capote pero no fue suficiente. (con este lleva 26 toros consecutivos en La Maestranza sin cortar oreja).
Lo contrario fue para López Simón. El primero no lo dejó estar cómodo y se le vio irresoluto, con los otros, que sin ser de maravilla, tuvieron nobleza y se dejaron, practicó su toreo, quito y profundo, arrimándose sin ambages. Al final, en el del final, puso en pie a Sevilla que apenas acudió en media plaza. Salió a hombros (no por la Puerta del Príncipe), y sumó su octava volandas en lo que va de temporada.
Claro está que entre la colocación de aquel y de este, media un río, es decir una más apretado, ceñido, quieto como una vela, y eso, mis amigos, es lo trasmite y conecta y pone lo que hay que poner cuando el toro no lo tiene.FICHA Sevilla, jueves 7 de abril de 2016. Toros de El Pilar. Excelentemente presentados. Parejos y entipados. Bondadosos, nobles pero faltos de empuje en líneas generales. Sebastián Castella, silencio tras aviso, silencio y silencio; López Simón, silencio, oreja y oreja tras aviso. Entrada: Casi tres cuartos de plaza. Saludaron tras banderillear al segundo Domingo Siro y Jesús Arruga. El propio Domingo Siro anduvo especialmente bien con el capote ante el cuarto, frente al que saludaron tras banderillear Miguel Ángel Sánchez y Jesús Arruga.