La maltratada afición catalana, ante todas las vejaciones a la que ha sido sometida, ha terminado por explotar y ha reivindicado la Fiesta de los toros por las calles de la Ciudad Condal.
Nada más terminar la corrida, centenares de aficionados se han lanzado a la calle y han llevado al diestro de la Puebla a hombros durante media hora, a gritos de "¡Libertad, Libertad!¡Viva el toreo!¡Morante, Morante, torero, torero!". El éxtasis ha sido tal que han cortado la circulación en la calle Marina de Barcelona, provocando una imagen histórica y defendiendo el derecho a ir a los toros. La grandeza de la Fiesta en todo su esplendor. BURLADERO