viernes, 5 de marzo de 2010

Toros o ¿secesión?

Sucede similar situación en nuestro país porque no nos queremos dar cuenta que "lo político" es lo que más interfiere con la tranquilidad que debe primar en el devenir de la Fiesta de los Toros, nuestra Fiesta Nacional.

Y si no, acuérdese que un proyecto de ley contraria (dormida por ahora) fue promovida por el congresista ayacuchano Urquizo Magia, tránsfuga del Apra que entró por rendijas nacionalistas y en su afán de conseguir votos enarbola la bandera que sea. O como el torpedo ingresado al Tribunal Constitucional vía reclamo de tributos de Lobatón, ex alcalde del Rímac que permitió un ensayo antitaurino en los considerandos cuando de lo que se trataba era de tema legal y tributario. Y último por fresquito, el intento antitaurino del Ministro de Educación José Antonio Chang, quien a fin de año pasado introdujo norma tributaria al Primer Ministro para aprobarse en el Congreso que fue camuflada entre otras de importancia que gravarían la actividad taurina de forma discrimatoria con otros espectáculos la actividad.

Por eso más de una vez he dicho en voz alta a los colegas de la Plataforma y por los medios que la batalla que se debe lidiar es de fondo político. Y por el contrario los taurinos nos perdemos en tema micro (operativos, de diario) y no vemos el macro, el profundo, el tema político.

HOY encuentro este editorial en MUNDOTORO que precisamente aborda el tema del Paralemento de Cataluña, es decir de las comparecencias de los taurinos que hablan "contra las cuerdas" de lo taurino y no enfrentan el tema en lo político cuando ahí radica el centro del asunto. Te dejo aquí parte del artículo porque me parece un hoja de trabajo interesante a seguir por todos los países taurinos para dar la pelea y pasar al frente políticamente hablando.

La parte taurina acudió a defenderse. Mal. Porque cayó en el error del debate que pretendían los antitaurinos: defenderse a través de una argumentación moral, con la salvaguarda de la tradición o del hecho cultural. Eso no es política. Y a un Parlamento se va a hacer política.

Un espectáculo libre y de derecho dentro del territorio nacional al que amparan varios articulados de la Constitución Española de 1978 no puEde verse flagelado y prohibido por un parlamento atonómico, excepto si se violan los derechos constitucionales de los individuos, personas físicas y jurídicas.

Un espectáculo que aporta el 1,6 de PIB no pude entrar en el debate de su desaparición a nivel autonómico sin que el resto de las autonomías (sociedades, personas, organizaciones, etc..) que forman parte de esa producción se personen en ese debate político.

espectáculo a cuyos actores les asiste el derecho reconocido en Acta Jurídica del otorgamiento de la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes que concede el Ministerio de Cultura, acta firmada por el Presidente de la Nación y por el Rey, no pude ser objeto de libre prohibición en una Comunidad Autónoma, excepto si se está violando la legislación y el deber que obliga a cada ciudadano y político de cada rincón de España.

Se trata de interrogar al Parlamento Catalán si observa y acata la Constitución de todos los españoles. Si las leyes vigentes en el Estado sirven en Cataluña. Si el Gobierno de la Nación está dispuesto a que un espectáculo legal en Lepe sea ilegal en Barcelona por razón de moral privada. Si este Estado se fractura legalmente, se está quebrando como nación.