Fernando Roca Rey logró Vuelta al Ruedo en su segundo; La última de Feria de La Consolación no pudo irse arriba ante las dificultades de los astados de Rancho Grande, El Prado y Los Ramírez. Sólo en el sobrero de San José de Bolívar, regalado por la Alcaldesa, Vanegas pudo cortarle una oreja.
Táriba.- La tarde del domingo 23 de agosto se prestaba para vaticinar un arrollador triunfo ante semejante cartel y ganaderías; sin embargo, arrancó mal cuando por falta de destreza de un subalterno se malogró el primero de la tarde estrellándose en el burladero. Los bureles mostraron comportamientos de peligro y en otros casos, se paraban prontos de manera que no se podía hilvanar una faena modesta para animar la tarde que tuvo buen sol pero se acompañó de fallos con la espada.
César Vanegas: Se presentó de vino tinto y azabache, conoce muy bien este ruedo.Salió perjudicado en su primero cuando por falta de cuido, se estrelló en el burladero lo cual lo atontó y le restó fuerzas hasta caerse en la lidia de muleta por lo que Vanegas tuvo que abreviar. En su segundo toro Vanegas quiso remontar la dificultad pero, le tocó uno peligroso que le embestía al bulto y lo hizo desistir. Como sorpresa, la Alcaldesa le premió con otorgarle el sobrero que correspondía a la Ganadería de San José de Bolívar, resultando bullidor y potable para el lucimiento.
Silencio, Silencio y una oreja
Fernando Roca Rey: de Turquesa y Oro, precisamente había debutado en Venezuela por esta feria en el 2007; lo recibió con suaves verónicas; luego invitó a César Vanegas para los rehiletes ofreciendo bonito espectáculo. En la muleta se percató de que se volvía pronto su enemigo por lo cual apenas si pudimos verle. En el quinto de la tarde, vino con más entrega para triunfar y casi lo logra de no ser por la espada; sin embargo, logró hilvanar una tanda que le mereció la orden a la banda del Coliseo Perla del Torbes. Salida al tercio y Vuelta
Alexander Guillén: Vino a debutar en esta plaza y a ganarse el puesto en la Feria de San Cristóbal. En su primer compromiso logró romper la monotonía del primero y segundo toro; en la capa: verónicas y revolera, presagiaron buena faena; alegró su trabajo con la música no obstante, no pudo rematar en la suerte suprema privándose de trofeos. En el sexto, ya de noche, se apagó pronto la esperanza de triunfo. Salida al tercio y ovación.
Táriba.- La tarde del domingo 23 de agosto se prestaba para vaticinar un arrollador triunfo ante semejante cartel y ganaderías; sin embargo, arrancó mal cuando por falta de destreza de un subalterno se malogró el primero de la tarde estrellándose en el burladero. Los bureles mostraron comportamientos de peligro y en otros casos, se paraban prontos de manera que no se podía hilvanar una faena modesta para animar la tarde que tuvo buen sol pero se acompañó de fallos con la espada.
César Vanegas: Se presentó de vino tinto y azabache, conoce muy bien este ruedo.Salió perjudicado en su primero cuando por falta de cuido, se estrelló en el burladero lo cual lo atontó y le restó fuerzas hasta caerse en la lidia de muleta por lo que Vanegas tuvo que abreviar. En su segundo toro Vanegas quiso remontar la dificultad pero, le tocó uno peligroso que le embestía al bulto y lo hizo desistir. Como sorpresa, la Alcaldesa le premió con otorgarle el sobrero que correspondía a la Ganadería de San José de Bolívar, resultando bullidor y potable para el lucimiento.
Silencio, Silencio y una oreja
Fernando Roca Rey: de Turquesa y Oro, precisamente había debutado en Venezuela por esta feria en el 2007; lo recibió con suaves verónicas; luego invitó a César Vanegas para los rehiletes ofreciendo bonito espectáculo. En la muleta se percató de que se volvía pronto su enemigo por lo cual apenas si pudimos verle. En el quinto de la tarde, vino con más entrega para triunfar y casi lo logra de no ser por la espada; sin embargo, logró hilvanar una tanda que le mereció la orden a la banda del Coliseo Perla del Torbes. Salida al tercio y Vuelta
Alexander Guillén: Vino a debutar en esta plaza y a ganarse el puesto en la Feria de San Cristóbal. En su primer compromiso logró romper la monotonía del primero y segundo toro; en la capa: verónicas y revolera, presagiaron buena faena; alegró su trabajo con la música no obstante, no pudo rematar en la suerte suprema privándose de trofeos. En el sexto, ya de noche, se apagó pronto la esperanza de triunfo. Salida al tercio y ovación.